Un Nuevo Comienzo

By Billy Graham   •   May 23, 2013

Un mensaje de Billy Graham

Jesús lo miro y dijo, “Nicodemo, tienes que nacer de nuevo” (cf. Juan 3:5). De hecho Él dijo: “De cierto, de cierto te digo” y cada vez que Jesús utilizaba esa expresión lo hacía para enfatizar que lo que venía era muy importante. Dijo: “De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5,7 RV).
 
¿Has nacido de nuevo? Llámalo conversión, compromiso, arrepentimiento, ser salvo, pero ¿te ha pasado? ¿Cristo vive en tu corazón? ¿Lo sabes? Mucha gente ha meditado largo tiempo sobre la religión y la cristiandad y aún así jamás ha hecho un compromiso; ¿estás comprometido con Jesucristo?
Nicodemo debió quedar pasmado cuando Jesús le dijo “tienes que nacer de nuevo”. No hubiera sido abrumador si Cristo hubiese dicho lo mismo a Zaqueo, el recolector de impuestos; al ladrón en la cruz o a la mujer sorprendida en adulterio. Pero Nicodemo era uno de los grandes líderes religiosos de su tiempo, y sin embargo, seguía buscando la verdad.
Tú puedes asistir a la iglesia, pero quizás sigas buscando. Hay un vacío en tu corazón, y algo dentro de ti te dice que no estás realmente bien con Dios. Nicodemo ayunaba dos días a la semana. Oraba dos horas diarias. Diezmaba. ¿Por qué Jesús dijo que Nicodemo debía nacer de nuevo? Porque podía leer el corazón de Nicodemo. Jesús vio que Nicodemo se había cubierto de religión pero que aún no había encontrado comunión con Dios.
 ??¿Cuál es la causa de todos nuestros problemas –mentira, engaño, odio, prejuicio, inequidad social y guerra? Jesús dijo: “Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre” (Mateo 15:18). Él dijo que el problema está en nuestros corazones; nuestros corazones necesitan ser cambiados.
Psicólogos, sociólogos y psiquiatras, todos reconocen que algo está mal con la humanidad. Muchas palabras en la Biblia lo describen; entre ellas está: transgresión: “el pecado es la transgresión de la ley” (1 Juan 3:4). ¿Cuál ley? La ley de Moisés, los Diez Mandamientos. ¿Alguna vez has quebrantado alguno de esos mandamientos? Entonces eres culpable de haberlos quebrantado todos (Santiago 2:10).
La palabra pecado conlleva la idea de errar el blanco, quedar cortos para con nuestro deber, fracasar en hacer lo que debemos. La Biblia dice “Toda injusticia es pecado” (1 Juan 5:17) y sin embargo, antes de poder llegar al cielo debemos ser justos. Dios dice: “Sean perfectos como Yo soy perfecto, santos como Yo soy santo” (Mateo 5:48, 1 Pedro 1:16).
 ?¿De dónde vamos a obtener tal perfección? No la tenemos ahora, y no podemos llegar al cielo sin tenerla. Ésa es la razón por la que Cristo murió en la cruz; Él derramó Su sangre y se levantó de los muertos para hacernos justos.
 ?Una tercera palabra es iniquidad, que significa dejar a un lado el camino correcto.  Isaías dijo: “Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.” (Isaías 53:6 NVI).
La Biblia dice: “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron” (Romanos 5:12 NVI). Toda persona necesita un cambio radical. Necesitamos que nuestros pecados sean perdonados; necesitamos ser revestidos de la justicia de Dios. Para encontrar propósito en esta vida necesitamos encontrar algo con lo que podamos comprometernos. ¿Estás comprometido con una persona? ¿Con qué estás comprometido? ¿Por qué no haces de Cristo tu causa y lo sigues? Él jamás te dejará.

Algunos hacen la pregunta: “¿Qué es nacer de nuevo?” Nicodemo también la hizo: “¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? Él quería entenderlo.
Yo nací y fue criado en una granja lechera. Y me preguntaba, ¿cómo un vaca negra come pasto verde y produce leche blanca y mantequilla amarilla? No lo entendía. Pude haber dicho, “Como no lo entiendo, jamás volveré a tomar leche.” Y tú me dirías, “estás loco”.
No lo entiendo, pero lo acepto por fe. Nicodemo sólo podía ver lo físico y lo material, pero Jesús estaba hablando de lo espiritual.
 ?¿Cómo se alcanza un nuevo nacimiento? No podemos heredarlo, la Biblia dice que aquéllos que son nacidos de nuevo, “no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios” (Juan 1:13 NVI).  Nuestros padres pueden ser los mejores cristianos nacidos de nuevo en todo el mundo, pero eso no nos hace a nosotros cristianos nacidos de nuevo. Mucha gente tiene la idea de que como nació en un hogar cristiano, automáticamente es cristiano, y no lo es.
 ?Tampoco podemos abrirnos camino a Dios. La Biblia dice que la salvación viene “no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo” (Tito 3:5 NVI)
Reformarse no es suficiente. Podemos decir, “voy a cambiar la hoja, o voy a hacer nuevos propósitos para este año.” Pero Isaías dice que a la vista de Dios “todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia” (Isaías 64:6)
Algunos de nosotros hemos cambiado el exterior para conformarlo a ciertos estándares o comportamientos esperados en nuestras iglesias, pero muy adentro, no hemos sido cambiados.  Eso era lo que Jesús le estaba diciendo a Nicodemo. Él dijo, “Nicodemo necesitas un cambio en el fondo,” y sólo el Espíritu Santo puede hacerlo. Ser nacido de arriba es un acto sobrenatural de parte de Dios. El Espíritu Santo nos convence de pecado; nos inquieta porque hemos pecado contra Dios, y luego nos regenera, ahí es cuando nacemos de nuevo. El Espíritu Santo viene a vivir a nuestros corazones para ayudarnos en nuestro diario vivir. Él nos da seguridad, gozo, produce fruto en nuestras vidas y nos enseña las Escrituras.
 ?Algunos tratan de imitar a Cristo. Ellos piensan que todo lo que debemos hacer es tratar de seguir a Jesús y tratar de hacer las cosas que Él hizo, y que eso nos llevará directo al cielo. Pero es imposible. Podemos sabernos alabanzas de memoria, incluso podemos orar, pero si no hemos estado a los pies de la cruz no hemos nacido de nuevo; y ése es el mensaje que Jesús quiere enseñarnos.
 ?Ser nacido de nuevo significa que “[Dios te dará] un nuevo corazón, y [te] infundirá un espíritu nuevo” (Ezequiel 36:26). “las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17). Tenemos “parte en la naturaleza divina”  (2 Pedro 1:4 NVI); hemos pasado “de muerte a vida” (Juan 5:24). El nuevo nacimiento trae un cambio radical en nuestra filosofía y en nuestra manera de vivir.
Hay un misterio en el nuevo nacimiento. Jesús dijo, “El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va.” (Juan 3:8 NVI). Pero puedes ver el resultado. Jesús no trataba de explicar el nuevo nacimiento a Nicodemo; nuestras mentes finitas no pueden entender lo infinito. Venimos como niños por fe y ponemos nuestra fe en Jesucristo, y cuando lo hacemos, nacemos de nuevo.

Sucede de esta manera. Primero tenemos que oír la Palabra de Dios. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Ése es el primer paso. “Agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Corintios 1:21).  Suena como locura que las palabras de la Biblia tengan el poder de penetrar nuestros corazones y cambiar nuestras vidas, pero lo hacen, porque son las palabras santas de Dios.

Luego viene la obra del Espíritu Santo. Él convence “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.” (Juan 16:8). Él nos cambia. Cambia nuestra voluntad, nuestros afectos, nuestros objetivos de vida, nuestro temperamento. Nos da nuevo propósito y metas. “las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17 NVI). Luego habita en nosotros: “¿Sabes que eres el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita dentro de ti?” ¿Vive el Espíritu Santo dentro de ti?

Jesucristo dice que debemos nacer de nuevo. ¿Cómo nacemos de nuevo? Al arrepentirnos de pecado. Eso significa que estamos deseosos de cambiar nuestra manera de vivir. Le decimos a Dios: “Soy un pecador y me arrepiento.” Es sencillo. Luego por fe recibimos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Estamos deseosos de seguirlo en una vida de obediencia en la cual el Espíritu Santo nos ayude mientras leemos la Biblia, oramos, y predicamos su Palabra.
 ?Si existe alguna duda en tu mente de si has nacido de nuevo, espero que hoy mismo la puedas aclarar porque la Biblia dice en 2 Corintios 6:2 NVI, “Éste es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación!”.